La banda de Alex Chilton creó parte del mejor cancionero de los setenta, aquel que estrechaba lazos entre los Beatles y la generación Nirvana, con Replacements como conductor eléctrico. Pioneros en una nueva vertiente del Pop, el llamado Power Pop, su acervo aún sirve para sugestionar estados de ánimo. Capturaron lo efímero de la juventud, inmortalizándose en el proceso.