“El Ídolo” tiene un espectro de canciones muy variado, desde la ironía de “Estoy Mal”, y también con un poso más melancólico, como “Yo soy” o “No”. ¿Cómo planteaste crear algo con tantos cambios, a nivel de letras y música?
“Lo que quise hacer, inventándome este personaje, era contar la historia de los estados de ánimo de un ídolo. Fui escribiendo poco a poco las canciones. Lo construí como una historia, del comienzo hasta el final. Empieza con ‘Estoy mal’, se siente fatal. Después odia la sociedad, quiere acostarse con su madre, odia la celebridad, y al final, mientras muere, se da cuenta que todo lo que estaba buscando lo tenía dentro, no necesita seguir la búsqueda. Y la música necesitaba eso. Se muere para revivir en un segundo disco, porque será una trilogía”.
¿Cómo serán los dos nuevos personajes que encarnarás?
“Es algo que se va a desarrollar, como te he contado, en los dos siguientes discos, pero sabes… no me gusta mucho hablar de estas cosas porque soy de los que piensa que es mejor no comentar nada de un proyecto que aún no ha empezado. De todas maneras, en seguida voy a ir a Los Ángeles para grabarlos, con el guitarrista de Devendra Banhart, Noah Georgeson, y tocaré yo todos los instrumentos”.
Con el personaje que representas en escena y el álbum, ¿qué querías demostrar? ¿La falsedad del éxito y las estrellas?
“Sí, quiero reflejar lo vacío que pueden sentirse los ídolos, las estrellas del Rock, en su mundo particular. Parece que lo tienen todo y en realidad no albergan nada. Son personas que se sienten vacías y buscan a través de la notoriedad o de los excesos algo, desesperadamente, pero no saben qué es. En escena hago algo muy exagerado, que conecte con la gente, algo muy teatral y con diferentes elementos. Chicas que me besan, instantes muy excesivos…todo lo que me ayude a reflejar al ídolo”.
¿Crees que el ego de los ídolos mata al Rock ‘N Roll?
“Un exceso de ego es perjudicial siempre, en el Rock o en cualquier otro tipo de actividad vital, sin que sea necesariamente algo artístico. De la misma manera, no rechazo el ego, porque es algo totalmente necesario, el ego me ha llevado donde estoy ahora. Solo hay que saber domarlo y utilizarlo, sin que sea una carga. Debes vivir con él, manejarlo, que no te domine y te convierta en su esclavo”.
Tu nombre artístico es la fusión de Adán y Jodorowsky. ¿Por qué decidiste hacer ese ligero cambio?
“Porque, bueno, mi padre ya había utilizado ese nombre. Ya hizo algo con él, y tenía que encontrar mi propia vía, mi nombre, y al mismo tiempo no lo quería rechazar, así que la única manera era hacer una fusión entre los dos, mi apellido y mi nombre. También porque quería crear un personaje. Sabes, todos somos esquizofrénicos, cuando vas a una fiesta no te comportas como lo haces habitualmente, la gente te dice que no te reconoce. En lugar de rechazar ese lado esquizofrénico lo utilizo de otra manera”.
¿Has pensado en la posibilidad de crear un musical con las canciones del disco? Dan mucho juego para hacerlo.
“Sí, es algo que me gustaría mucho, es una idea que me ronda y me gustaría llevarla a cabo, pero no se cuándo. De todas maneras, he hecho uno de los videos del disco, “El ídolo”, donde muestro el concepto resumido del álbum, con los excesos, y el absurdo que conlleva ser un ídolo. No sé si lo has visto, pero al principio soy un camarero, y posteriormente me transformo en un ídolo, y las reacciones de la gente cambian completamente. La pregunta es por qué la misma persona es adorada en un estado de su vida en concreto y no se le valora antes. Parece que la gente alaba a cualquiera que se suba a un escenario por ese hecho en sí, sin cuestionarse nada más”.
Aparte de un musical, ¿tienes intención de hacer algo más en el cine?.
“Sí, me encantaría hacer una película. Ya dirigí cortometrajes, mi video clip…. Ahora estoy escribiendo una película de cuarenta minutos y después de eso espero hacer un largometraje. Ya terminé de escribirlo, pero como antes, prefiero no decir nada hasta que se haga”. (Risas)
¿Cuáles son tus directores favoritos?
“Ah, tengo muchos. Tod Browning, Fellini, John Waters, David Lynch por supuesto… También John Ford, Mario Bava…. Y bueno Alex de la Iglesia. Me encantaría poder actuar en una película suya o de algún director español”.
Volviendo a la música, este no es tu primer álbum en solitario, antes sacaste en Francia “Étoile Éternelle”, que tiene una conexión directa con “El Ídolo”.
“Son los mismos temas traducidos. Para la traducción me ayudó mi padre. Hubo un momento en que supe que si quería ir más allá, debía cambiar el lenguaje en el que cantaba. Si quería poder actuar en España, México o Chile, debía cantar en ese lenguaje, y evolucionar. Era un cambio que necesitaba realizar”.
Para “El ídolo” fuiste por sitios no muy recomendables en México…
“Te informaste bien. (Risas) A veces voy por las calles un poco difíciles, para ir inspirarme. En este disco sí que fui a México a ese tipo de calles, a los cabarets, traté de inspirarme un poco en ese ambiente. Sabes, como De Niro se prepara para una película, yo me preparé para hacer el disco”.
El método.
“Sí, es lo que hago siempre. Como los escritores, se informan, leen…yo paseo, miro, voy a agarrar un poco de inspiración”.
En la vida ¿Cuándo decides en la vida mirar, y cuándo actuar?
“Primero me digo voy a ver que hay por ahí, lo que puedo agarrar. Me paseo y siempre tengo un cuaderno y ahí llegan las ideas, mirando. Me pongo a escribir y después vuelvo a la casa, y ahí empiezo a ponerle forma a todo lo que vi. En general lo hago así”.
De todas maneras, ir por ese tipo de zonas es tan inspirador como peligroso.
“Ese submundo, de los barrios difíciles, prostitutas, cabarets… Lo que me atrae es el ambiente. Encuentro la decadencia artísticamente muy interesante, aunque es muy difícil para la gente que está inmersa en ella. Siempre nos inspiramos en lo políticamente correcto y de algo de la vida común, hablar de la crisis o cosas así, y a mí me interesa hablar de lo escondido, lo tabú. Hablar del incesto, cosas así, cosas que la gente no está acostumbrada hablar. Es lo que más me interesa, algo nuevo”.
¿Crees que algún día suprimiremos todos nuestros tabúes? Hay gente que dice que el placer es más emocionante gracias a la prohibición.
“Sí, en realidad el placer y el deseo están prohibidos, eso empieza en las religiones. Ya desde Adán y Eva, cuando empiezan a desearse, se sienten ruborizados y se cubren el sexo, empiezan a ponerse nudos, como si el deseo sería algo horrible. Es fatal todo esto. No sé, seguramente durarán los tabúes, pero creo que el ser humano está progresando, la mente se está abriendo, va a más, y no sé, igual van a relajarse un poco”.
Pero mientras tanto, la prostitución sigue sin estar legalizada.
“Debería estar ya permitida. Por ejemplo, ahora en Madrid, paseando por la calle vi un puesto de policía y alrededor todo lleno de prostitutas. Dicen que está prohibido, pero es obvio que los policías están metidos ahí, por qué no lo legalizan. La prostitución siempre ha existido, dicen que es el trabajo más antiguo. Ya deberían aceptar que el sexo no es un horror, la gente tiene derecho de ver a ir a una mujer, pagar y hacer sexo, y que ellas tengan un trabajo, una casa y sea legal”.
¿Cuáles han sido tus máximos ídolos en tu vida, a nivel musical?
“Elvis Presley, Little Richard, Jerry Lee Lewis…y luego también Creedence Clearwater Revival me gustan mucho”.
También hay otro tipo de ídolos, el de los ídolos póstumos. Por ejemplo, Nick Drake. En vida jamás tuvo éxito, y justo décadas después es un referente musical para muchas personas.
“Su música y sus letras y su voz son increíbles. Bueno, es lo que les pasó a muchos escritores, que no fueron reconocidos en vida y posteriormente hay un gran culto hacia ellos, y una valoración justa. Es duro de encajar, pero lo que da a entender es que debes hacer lo que crees, aunque nadie te haga caso, seguir tu instinto. Ese es el ejemplo que tuve de esa gente, lo que me inspira su ejemplo, porque no crearon por la fama, sino por el gusto de crear, el gusto de hacer unos discos bellos. Por supuesto, seguramente sufrían porque no pasara nada, pero, lo bonito es que no te importe lo que puedan pensar la gente, tú sigues haciendo tu música sin intentar cambiarla para ganar el favor del público. Yo cuando empecé a hacer mi primer disco, nadie lo pescaba. Era un poco desesperante y angustioso, no entendía el por qué. Ya sabes, le di tanto trabajo que no comprendía por qué a la gente no le gustaba, no lo escuchaba, y me dije, bueno no importa, haré otro disco y si no funciona, continuaré haciendo música toda mi vida y haré discos para mí. Ya había llegado a pensar así, y de repente surgió la posibilidad de sacarlo, y al final el disco salió a la luz, después de casi dos años de vida. Tomó tiempo, pero eso es bueno. Crear para el gusto de crear, no por una fama efímera”.
Por lo que se puede ver en Internet, tus directos parecen muy buenos, con striptease, gente que se sube al escenario….Algo muy teatral y catártico.
“Sí, todo eso y más. A mí lo que no me gusta es ir a un concierto y ver exactamente lo mismo que escucho en un disco. Lo que trato de hacer es un show, y también como tiene que ver con un personaje de ídolo, entonces me aprovecho de mi personaje para sacar cosas que no puedo mostrar en la vida corriente. Tengo un travesti que hace striptease, hay ceremonias vudú…los músicos, que son dos hermanos y dos primos, parecen sacados de los años setenta, parecen los MC5. También me pongo a bailar, no sé, deberías verlo. Trato de dar algo a la gente, que no salgan vacíos, trato de conseguir eso”.
¿Qué te parecen los artistas que en directo son ellos mismos, sin necesidad de ninguna mascarada, de ninguna actuación teatral?
“Bueno, depende, también me pueden gustar. Hace no mucho fui a ver Neil Young, y me emocionó mucho, fue algo muy sincero. En realidad lo que me gusta es cuando los artistas dan todo. Con mi show quise dar algo grande, porque tenía que ver con la historia, pero puede emocionarme algo como Neil Young o Bob Dylan”.
¿Eres de los que piensa que el Rock o el Pop, o como se quiera llamar, es solo entretenimiento, o también es cultura?
“En mis canciones, por supuesto, es entretenimiento, pero detrás de esas letras, de ese personaje de ídolo, está todo lo que he vivido, cosas muy personales. Hablo de mí, no solo es el personaje el que se expresa. En el álbum hablo de la muerte de mi hermano, y el miedo que tenía antes de morir. También lo que pensaba de la celebridad. Usé todo lo que tenía para hacer algo útil, que fuera útil con el personaje”.
Has llegado a romper Bíblicas en directo.
“¿Cómo sabes eso?”
Al final todo se sabe.
“Sí. (Risas) Increíble, llegó lejos. Pues estaba en Chile, en un canal de televisión, y bueno, dije que en mi familia quemar Biblias era como una ceremonia. Hablaban de escándalos, que ya no se podían hacer escándalos, así que tomé una Biblia, le puse gasolina y la prendí fuego, la quemé, y no sé, pero como unos cinco meses más tarde cerraron el programa”.
Fuiste el culpable. (Risas)
“Eso no lo sé, no me han dicho si fui el culpable, es algo secreto. Pero me pareció raro porque era un programa muy visto, funcionaba. No sé, muy raro”.
Aquí en España, hace ya casi treinta años, pasó algo parecido en un programa musical llamado La Edad de Oro. Genesis P-Orridge fue con su grupo Psychic TV, e hizo una performance muy transgresora, incluyendo vídeos que mostraban escenas religiosas mezcladas con imágenes sangrientas…el caso es que fue muy polémico y se terminó quitando el programa de la parilla televisiva.
“Vaya… El peligro de eso es que luego la gente siempre espera que juegues a provocar, que des escándalos, y a veces no me da la gana hacerlo, solo lo hago cuando lo siento”.
De todas maneras, es difícil provocar. Gente como Duchamp llevaron las cosas al límite…y en el Rock, Marilyn Manson no deja de ser una recapitulación moderna, en lo estético, de Alice Cooper.
“Bueno, fui a ver a Marilyn Manson, llena estadios y todo eso, Es enorme, tiene seguidores…fue muy impactante para una nueva generación. ¿No lo crees?”
Sí, es obvio que llegó a ser bueno, pero seguro que muchos de sus fans no conocían bien a Bowie o Alice Cooper.
“Bueno, porque era otra época, la gente tenía otras expectativas, era nuevo todo eso. Ahora estamos utilizando lo que se ha hecho para tratar de hacer algo diferente. Pero yo creo que hasta a Alice Cooper o David Bowie les decían que se había hecho todo, y es algo que la gente no se cansa de comentar, pero siempre hay algo nuevo que hacer, no se ha hecho todo”.
¿Qué artistas te gustan de los últimos años?
“Sí, me gustan mucho Devendra, algunas canciones de Strokes, Kings of Leon…bandas así. King Khan and the Shrines. Tav Falco también. Me gustan muchas bandas. No estoy cerrado en las bandas sesenta y setenta, me gustan cosas de hoy también”.
He leído que te has alejado del sexo, drogas y Rock N’ Roll.
“Decidí cambiar porque me sentía ya harto. Nunca fui muy excesivo, nunca estuve tirado en la calle y todo eso. He experimentado cosas, desde luego, pero decidí limpiarme. No se cuánto tiempo voy a durar, pero llevo seis meses limpio, sin beber ni una gota, sin tomar nada. Estoy muy sano ahora, voy al gimnasio, me cuido…tenía necesidad de eso. Una gira, sobre todo como la mía, es agotadora. Tengo que bailar, cantar, es muy físico. Si seguía el ritmo de antes no podría haberla sacado adelante”.
Es curioso que antes los artistas tomaran drogas para conocer otras realidades, y ahora se utilizan más de manera lúdica, o para intentar evadirse de los problemas.
“Sí, seguramente, No puedo mucho hablar de drogas, porque nunca fui drogadicto. Pero las drogas siempre van a estar ahí, nunca se irán. La gente las necesita. Son útiles cuando las tomas para despertar algo en ti, ahí es interesante. Si solo las tomas para destruirte y llegar hasta la muerte, es un poco inútil. Yo me tomé unos hongos, y me han abierto cosas. Tomé tres veces, muy fuerte, y decidí ya no volver a consumir”.
En tu Myspace pone un par de datos increíbles. El primero, que te enseñó a tocar la guitarra George Harrison. No es algo muy habitual. (Risas)
“Es uno de mis Beatles preferidos. Estuve en su casa de niño. Tuve suerte, porque mi padre lo conocía, así que me llevó un día a su casa, y como había una guitarra y comenté que era muy bonita, me preguntó si sabía tocar y me enseñó unos acordes, me enseñó a tocar mi la y si, que es un blues, y me dijo ‘eso es mi, la y si, y es la base del blues’. Cuando lo toqué dijo: ‘estás lejos’. Siempre cuento que no sé si me dijo estás lejos, de iluminado, o lejos de ser un buen guitarrista”. (Risas)
El segundo, es sobre James Brown, que te inició en el baile.
“Eso es porque un amigo de mi hermano era periodista, y me llevó con él al camerino de James Brown. Yo era fanático suyo, e imitaba sus pasos de baile. En cuanto lo vi, le mostré mis pasos, y como era niño se rió diciéndome que no lo hacía correctamente, me acarició la cabeza y me mostró cómo era. Eso fue todo, algo muy corto pero muy simbólico”.
¿Cuáles son tus bailarines favoritos?
“Fred Astaire, tenía una elegancia increíble, me encanta. Y Gene Kelly también, pero más Fred, porque era como más fino”.
Previamente a tus dos discos en solitario, fuiste parte de un grupo Punk, The Hellboys. Imagino que el Punk es lo que todo joven necesita para poder expresarse como quiere, y en tu caso sería parecido.
“Sí, una liberación. Yo tuve una infancia muy Punk, yo soy todo menos un hijo de burgueses. Mis padres eran outsiders total, así que el Punk era perfecto para mí, era lo que buscaba. En mi casa todos estábamos muy solos, muy acompañados en cierta medida, pero también cada uno en su arte, en su vida. Conocí a unos amigos que eran rockabillies, conducían motos y me iban a buscar en mi barrio, fuera de París. Me llevaban y nos íbamos a la ciudad a la aventura, a robar los zapatos a la gente, y las chaquetas de cuero. De repente conocí un joven ahí que tenía como seis o siete años más que yo, yo era adolescente, quince o dieciséis, y ya tocaba un poco de bajo. Este chico estaba buscando un bajista para su banda, había audicionado a siete y no lo encontraban. Hice la prueba y me tomaron en la banda, y me volví bajista de los Hellboys, vestido de leopardo. Toqué diez años con ellos. Fue una movida genial Nos ayudó mucho Tim Armastrong, el cantante de Rancid, nos sacó allí un vinilo, con su sello Hellcat Records. También veíamos mucho a Joe Strummer de los Clash. Estábamos involucrados en ese mundo”.
¿Cómo era Joe Strummer? Se sabe que tenía muchos problemas de conciencia.
“Sí, lo sé. Bueno, no lo conocía bastante para hablar en su nombre, pero imagino que sí, como el punk era anti dinero y anti todo, y The Clash se volvieron una banda muy conocida, se sentía mal con eso, porque tenía la sensación de mentir. Fue genial estar ahí porque aprendí todo, en esa banda de Punk Rock, me enseñó la energía del escenario, que cantar no es solo cantar, sino de darse a fondo, de soltarse”.
¿Alguna anécdota de aquella época?
“Recuerdo algunos conciertos en los comienzos, en bares terribles, con borrachos, diez personas en la sala. Una vez estaban todos muy bebidos, empezamos a saltar en el escenario, y de repente nos hundimos todos, la mitad del cuerpo estaba debajo, y seguimos tocando, y se convirtió en una auténtica locura”.
¿Eres fan de los Pistols, y todo su fenómeno?
“Me encanta el disco que hicieron. Era perfecto para esa época, la gente necesitaba eso. Llegaron en el momento idóneo”.
¿The Clash o Sex Pistols?
“Bueno, es que The Clash tienen una biografía más completa, se desarrollaron. Tengo más aprecio por The Clash, admiro mucho a Joe Strummer, hizo unas canciones geniales, unas letras buenísimas. Para mí The Clash es casi tan bueno como Dylan”.
Es cierto. Yo no podría elegir unos u otros. Lo único que se puede decir es que Rotten quizá lo llevó mejor todo más con su personaje, lo llevó hasta el final y explotó, y Strummer alargó el grupo demasiado. El último disco no lo debieron haber grabado.
“Quizá, seguramente. Pero bueno, ya era el final. De todas maneras, me gusta mucho Joe Strummer y The Mescaleros. Lo conocí en esa época. Strummer tenía una presencia increíble, además era una persona muy elegante, alguien que tenía honor. Se veía que iba a muerte por sus amigos”.