MIKE DAWSON

Publicado: septiembre 26, 2011 en Cómics., Mike Dawson

 

Queen y el mundo del cómic vuelven a unirse. En esta ocasión, gracias al talento de Mike Dawson, observaremos la carrera del grupo, mientras nos planteamos nuestro pasado; tergiversándolo a veces para bien, o recordándolo para mal, donde se pierden los demonios de la memoria, que decía la canción. Obra autobiográfica, “Freddie y yo” es algo más que un cómic sobre Queen, y la pasión de un fan, es todo un tratado de la vida. Al habla Mike Dawson, uno de los nuevos valores en alza del cómic underground.

Una de los puntos más interesantes acerca de “Freddie y yo” es cómo mezclas la historia de tu vida, y tus recuerdos, con la música de Queen. ¿Cómo fue el proceso de creación?

“Fue muy orgánico. Empecé a escribir el libro con una sola premisa: contar la historia de mi vida recordando todos los detalles que pudiera sobre Queen, por muy pequeños que estos fueran. Reuniendo todos esos instantes de mi memoria, estaba seguro de que mi vida quedaría plasmada. Conforme iba pasando más tiempo, e iba trabajando en el libro, empecé a pensar en el extraño proceso en que se basa la memoria, y cómo el acto de recordar nos hace capaces de narrar por escrito quiénes somos verdaderamente. Hay una parte en el libro donde hablo de una persona que estaba en la radio, diciendo que el hecho de que seamos capaces de narrar nuestras propias vidas es lo que nos hace diferentes del resto de animales. Esa idea me gustó, y me hizo ver las cosas más claras. Una persona no es sólo la colección de todas las experiencias que ha tenido, es también la manera que ha elegido para contar todas esas experiencias. La forma en la que recuerda cosas, las que elige recordar por encima de otras. Todo esto es parte de quienes somos. Creo que usando la música de Queen como un andamio para construir la historia de mi vida he conseguido hacer un libro muy entretenido, y que puede divertir a los lectores”.

Todo lo que has comentado, entronca con la fragilidad de la memoria, o el uso que hacemos de la misma ¿A veces es necesario cambiar nuestros recuerdos para sobrevivir?

“Todos nuestros recuerdos son parte de la persona que somos. Y, como te he dicho antes, la forma en que recordamos esas memorias, la manera en que decidimos recordar, eligiendo unos pensamientos por encima de otros. Con este libro es cuando realmente me he dado cuenta de lo frágil que es la memoria. Hay etapas de mi vida que tengo muy presentas, pero en cambio, otras eran más difíciles de sacar a la luz, y esas son las que he tratado más firmemente de recordar. He leído sobre la memoria. No son sólo pequeñas imágenes de eventos, ordenados en un cajón dentro de nuestro cerebro. Un recuerdo es un evento sináptico que sucede dentro de nuestro cerebro. Cuando experimentamos algo por primera vez, tu cerebro pasa por un proceso sináptico que graba lo que ha sucedido. Cuando recuerdas ese suceso, no vas a esa misma parte de tu cerebro, donde se grabó, prefieres que el cerebro haga una copia sináptica, y esencialmente hace una copia del recuerdo original. Es algo parecido a hacer una fotocopia de otra fotocopia. Cuantas más fotocopias haces, más se deteriora la imagen. Esto explica cómo la gente es capaz de recordar cosas que ni siquiera han sucedido. Un buen ejemplo en mi libro es cuando recuerdo el día en que supe que Freddie tenía Sida, estando en el colegio, justo veinticuatro horas antes de morir. Lo debí de contar muchas veces, y estaba seguro de que aquel día yo estaba en la escuela. Sin embargo, mientras estaba escribiendo, miré el calendario de 1991 y vi que la muerte de Freddie fue un domingo por la noche, lo que significa que el día que recuerdo era sábado, y no podía estar en la escuela. Y dentro de mi mente sí que estaba en la escuela…. Prefiero contarlo así, mi cerebro ha hecho tantas copias de ese recuerdo que la distorsión ha acabado siendo cierta”.

La primera vez que tienes contacto con Queen en el cómic es viendo el videoclip de “I Want To Be Free”. ¿Te fue fácil dibujar a Queen?

“Ese momento, mi primer contacto con el grupo, lo recuerdo de un modo muy especial, fue algo muy importante para mí. Creo que puede ser uno de mis primeros recuerdos coherentes. Lo tengo muy marcado, porque fue la primera vez que sentí que una banda de música podía convertirse en algo importante para mí. Al principio me costaba dibujar a la banda. Me resultó complicado llegar a dar con una caricatura de Freddie que me gustara. Normalmente voy desarrollando los personajes conforme voy dibujando página por página, y, de vez en cuando, estos pueden cambiar con el transcurso de la historia. En ‘Freddie y yo’  pasa lo mismo. Freddie es un poco diferente al final de la historia”.

No solo cambiaron a nivel estético, sino también musicalmente. Solo hay que comparar el sonido de sus discos en los ochenta con los álbumes de la década anterior. Incluso eso se notó en Estados Unidos, donde fueron muy grandes hasta 1981, pero no posteriormente.

“Freddie y los chicos siempre tuvieron la necesidad de reinventarse como banda, evolucionar artísticamente y bueno, supongo que también comercialmente. No me gusta el material de los ochenta tanto como el anterior. En cuanto a lo segundo, Queen nunca ha sido tan popular en Estados Unidos como en el resto del mundo. Es parecido a lo que sucede con el fútbol. Tienen sus fans, y son conocidos, pero no a un nivel tan alto como otras bandas. Puede que sea por su componente camp. Creo que en Europa había más tolerancia hacia la homosexualidad en los ochenta que aquí. Ahora hemos avanzado, incluso parece que en unos quince años el matrimonio gay estará ya en todos los Estados Unidos”.

Naciste en Inglaterra, y casi toda tu infancia transcurrió allí, hasta que te trasladaste con tu familia a Estados Unidos. ¿Qué diferencias te parece que hay entre ambos países a la hora de percibir la música? ¿Y en cuanto a la manera de vivir?

“No estoy muy seguro, porque básicamente viví en Gran Bretaña siendo un crío. La mayoría de los chicos de once años no solían ser fans de ninguna banda, y es a partir de esa edad cuando se forja el gusto musical de una persona. Yo los pasé en Gran Bretaña, así que seguro que estar allí me influenció. En lo que respecta al tipo de vida, recientemente he leído que los americanos les asusta más la muerte que a los ciudadanos de otros sitios. Otros muchos países aceptan la muerte tal y como es, sin que les preocupe en exceso. Yo en cambio sí que tengo miedo, pero no sé si es por estar viviendo en Estados unidos”.

¿Has tenido alguna vez problemas con los fans?

“No, nunca. Ha habido dos o tres lectores habituales que no han apreciado lo que he hecho con Queen, pero precisamente porque eran muy fans de la banda, y tenían ese sentimiento de “propiedad” que describo en el cómic sobre mí mismo”.

¿Te gustó “Made in Heaven”, o eres de los que piensa que “Innuendo” fue el verdadero álbum de despedida?

“Me gustan algunas de las canciones de ‘Made in Heaven’, pero no es un disco que escuche muy a menudo. En cambio, tengo recuerdos maravillosos de ‘Innuendo’. En esa época, cuando estaba en el instituto, era uno de mis discos favoritos, supongo que también influyó el impacto la muerte de Freddie. Me encantaba ‘The Show Must Go On’. Es la canción perfecta para despedirte”.

Desde hace unos años “Queen” han vuelto, girando e incluso sacando un nuevo disco de estudio.

“Me parece estupendo. Imagino que debe ser muy divertido para los miembros del grupo seguir tocando en directo, manteniendo el nombre de Queen, y siendo capaces de llenar grandes estadios. Paul Rodgers fue una gran elección, tiene suficiente personalidad como para no sonar como un simple imitador de Freddie. Para mí es una sensación algo agridulce. Fue increíble ver a Brian May tocar la guitarra, pero por desgracia, nunca lo pude ver con Freddie Mercury”.

De todas maneras, aparte de juntarse con Paul Rodgers, también han colaborado con otro tipo de cantantes no tan recomendables, como Britney Spears…

“No he escuchado ninguno de esos temas. Solía ser un fan compulsivo, comprando toda clase de material que estuviera relacionado con Queen, por pequeña que fuera la conexión. Me encantaba conseguir cualquier cosa relacionada con los miembros de la banda, como discos en solitario, bandas sonoras, y ese tipo de objetos. Recuerdo, por ejemplo, una película de miedo, ‘Dr. Giggles’, con banda sonora de Brian May, o una canción que hizo John  Deacon para otra película de los 80, ‘Biggles’. No conseguí hacerme con ninguna copia, y eso que lo intenté. Pero en algún momento que no recuerdo con exactitud,  dejé de coleccionar de esa manera tan compulsiva, y me centré en los discos de la banda. Ni siquiera me  interesé en los discos de Brian May posteriores a ‘Back to the Light’”.

¿Hay alguna banda que te atraiga, y notes la influencia de Queen en su música?

“Disfruté mucho el segundo disco de The Darkness, producido por Roy Thomas Baker. También me encantan The Ark, se nota mucho la influencia de Queen. Lo mismo me pasa con The Scissor Sisters y Mika. Soy muy fan de ese tipo de música, que suena ampulosa y exagerada”.

En el libro sacas también a George Michael, el cantante preferido de tu hermana, y quien más papeletas tuvo de ser el nuevo cantante de Queen, tras su fantástica actuación en el tributo a Freddie Mercury.

“Ojala hubiera sucedido. Es un gran cantante, y estuvo perfecto en aquel concierto. Mi hermana y yo hemos ido dos veces a verle en su reciente gira. El mejor fue en Dublín, porque fue un concierto muy íntimo. Estuvimos muy cerca del escenario, y solo puedo describirlo como una noche mágica. Me gustaría añadir algo: he visto a George Michael en concierto tres veces, y me he dado cuenta de que en los tres conciertos que he visto, cada cierto tiempo interrumpe el show para hablar de algún tema. Un par de veces ha hablado de los derechos de los gays y también de sus problemas legales con Sony. Estoy de acuerdo en todo, pero no le veo mucho sentido que nos suelte monólogos en mitad de un concierto, rompe la magia del espectáculo. Cada vez que lo hace puedes ver cómo el público se aburre. ¡George, nadie quiere oírte hablar sobre tus  problemas con Sony! ¡Queremos oírte cantar ‘Father Figure’!” (Risas)

En el cómic criticas los actuales programas de radio de Rock, donde ponen una y otra vez las mismas canciones.

“Es muy interesante, en términos de crearnos una impresión histórica real de de una época, el hecho de que las emisoras de Rock americanas siempre repiten los mismo temas, una y otra vez. Alguien que no haya vivido los 70 puede pensar, si solo escucha esas cadenas, que sólo existe ‘Layla’, o ‘Money’ de Pink Floyd. Desde que descubrí Queen, mis impresiones de los comienzos de su carrera eran totalmente erróneas. Hasta hace poco no he descubierto aquellas versiones en directo de ‘Jailhouse Rock’ y “Big Spender’. Me quedé muy sorprendido cuando lo descubrí. Según esas radios, parece que solo tocaban ‘Killer Queen’, ‘Fat Bottomed Girls’ y ese tipo de clásicos”.

Tu hermano lleva camisetas de Killing Joke, en su habitación hay pósters de los Sex Pistols y de los Cramps… ¿Conectaste con el Punk?

“Nunca me ha entusiasmado. Me encantan los sonidos pomposos. Si una canción está sobre producida, seguro que no me decepciona. Dame grandes coros y varias pistas de guitarras y seguro que no te equivocas. Hay algunas canciones de los Sex Pistols que me gustan, y también hay bandas a las que respeto. Adoro ‘American Idiot’ de Green Day, porque es un disco fuera de serie. Hay quien lo compara con el sonido de Queen, puede que sea por eso por lo que me gusta”.

Alguna vez has comentado que no te gustan las bandas de Rock alternativo. ¿Qué problemas tienes con ese tipo de grupos?

“Aprecio a Nirvana, pero siendo sincero…no me gusta la actitud de la música de los 90. En los 80 todo estaba permitido, las bandas eran excesivas, ridículas en ocasiones, y divertidas. En los 90 todo cambió, convirtiéndose en introspectivo y demasiado absorbente. Sin embargo, si te fijas en esa época, especialmente en Estados Unidos, fue un periodo bastante tranquilo. En la última década hemos pasado momentos muy dramáticos, con una gran guerra de por medio, y me enfada que recordemos los 90 como una época de depresión y tristeza. Si pudiera volver atrás, a 1994, me gustaría decirles a los chicos del grunge que parasen de quejarse, porque la situación no estaba tan mal. Los mayores problemas en los 90 eran O.J. Simpson, y el lío de Monica Lewinsky… Les diría que se dejaran de quejas y que pinchasen a Bon Jovi, que en diez años iban a tener una guerra mundial contra el terror, o que las grandes catástrofes medioambientales iban a estar sobrevolándoles, por no hablar de los problemas económicos, o de una gripe con la que nos están martirizando los medios todos los días”.

¿Has pensado en algún otro grupo para hacer un cómic?

“Por el momento he acabado con mi autobiografía, y tampoco sé si hay alguna otra banda que me guste tanto como Queen como para dedicarle un libro. Un grupo que me interesa es el trío canadiense Rush. Me gusta su sonido, y sus letras, que aparentemente están muy influenciadas por el escritor Ayn Rand. Es una relación amor odio. A veces me parece que sus letras están llenas de filosofía juvenil barata, y otras veces  las encuentro increíbles, y me gusta escuchar esos temas que tratan sobre un futuro distópico y árboles en guerra”.

Hablemos un poco de tu carrera. Siempre te gustó dibujar, pero… ¿Por qué te decidiste dedicarte a los cómics, en vez de otro tipo de arte?

“Simplemente sucedió. Siempre me ha encantado dibujar, y siempre quise ser escritor. Me encantan los libros y espero escribir muchos más”.

¿Cuáles han sido tus principales influencias?

“Pues al principio, sobre todo, las grandes editoriales americanas, por ejemplo Marvel y sus libros sobre superhéroes como Alpha Flight, X-Men, Excalibur,  y The New Mutants. También he leído muchos cómics alternativos del norte de Estados Unidos. Me han marcado mucho dibujantes como Joe Matt, Crumb o Julie Doucet. Soy un lector voraz de cómics, todas las semanas compro algo nuevo, y está empezando a ser un problema (Risas), porque mi apartamento está lleno de cómics”.

Tu proyecto más famoso hasta ahora ha sido Gabagool!.  

“’Gabagool’ fue una serie de humor que escribí con una amigo entre 2002 y 2003. Cuenta la historia de un tipo del Bronx que comparte piso con dos pobres diablos. Insatisfechos con sus vidas, deciden convertirse en cazadores de recompensas. En posteriores episodios se van de vacaciones a Jamaica, a un complejo turístico para solteros, llamado ‘Hedonism’. Es un trabajo muy divertido, parecido al trabajo que hizo Peter Bagge con ‘Hate’ en los noventa”.

También has trabajado con súper héroes, aunque algo peculiares, como Ace-Face: The Mod With the Metal Arms.

“En el 2005 una editorial llamada Adhouse Books me pidió que hiciera algo para una antología del cómic que pretendían editar. El libro se llamaba Project: Superior”, y estaba lleno de dibujantes alternativos trabajando con los superhéroes más raros. Así surgió Ace-Face, y base vagamente la historia en  el ‘Quadrophenia’ de The Who. Un año después escribí otras historias con el mismo personaje, para otra antología. Después de acabar ‘Freddie y yo’, propuse a la editorial escribir más sobre Ace-Face y publicar todo como una colección, y les gustó la idea. El libro se acaba de publicar en Estados Unidos y todavía no he leído ninguna crítica, así que no sé si ha sido bien o mal recibido”.

¿Cuáles son tus planes de futuro?

“Estoy trabajando en una nueva novela sobre dos hermanos que están peleando todo el tiempo. Se titula “Jack and Max Escape From the End of Time”, la estoy presentando a través de  mi web; www.mikedawsoncomics.com”.

Entrevista publicada en diciembre de 09, P1.

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